
… la danza me ha hecho superar momentos muy difíciles de mi vida… , ens diu.
Com es pot explicar millor el que ha estat la dansa per l’Elena? Tot i que la dansa la va descobrir a ella, va ser un amor a primera vista, i per a tota la vida. Per a ella, haver estat ballarina del Liceu ha estat un gran privilegi. Optimista i entusiasta no s’atura davant de res, i mira sempre endavant.
ENTREVISTA A ELENA BONET
Ballet del Gran Teatre del Liceu 1965 – 1973
Entrevista realitzada a l’Institut del Teatre el 27 de març de 2008
*>*:¿per què ballarina, Elena?
En realidad, fue una casualidad. Mi hermana, sin saberlo, pasó una poliomielitis y le quedó una pierna más floja, entonces le recomendaron que practicase la -danza clàssica- para que así fortaleciese aquella pierna . Empezó les clases con madame Elsa Van Allen*. Yo tenía… seis años. Al ver a mi hermana también quise hacerlo. A mí me encantaba, mucho más que el colegio y además, así como mi hermana era menos elástica, yo tenía una elasticidad fuera de serie. A mis padres también les encantaba la danza…
*>*: ¡Ah! Això és una circumstància molt favorable.
Si. Tenía mucho a mi favor. Mi padre había sido músico, tocaba el violín, mamá también tocaba el piano. Tengo que decir que, con madame Elsa las clases eran muy duras pero… no me importaba. Aquello a mi me llenó mucho. Toda la vida me acordaré de bien pequeña, cuando me llevaron a un palco del Liceo de unos amigos de mi padre, i vi por primera vez el ballet de La Bella durmiente, bailada por la Compañía del Marqués de Cuevas* y bueno, unos trajes, ríete de lo que hay ahora ¡aquello era!¡Una maravilla! Yo no quería ir al colegio, yo sólo quería hacer danza. Era una niña para quien faltar a las clases de danza era….matarme.
*>*: Però, deuria ser una sorpresa per a la teva família, per què de fet, ells havien portat a estudiar–ballet- a la teva germana, i va resultar que desprès…
Sí, la verdad es que si, pero no tuvieron ningún inconveniente, al contrario. Mi hermana llegó a ser primera bailarina del Liceo, le costó mucho por esa diferencia de esos dos centímetros de largo entre una pierna y la otra, aunque nadie se lo notó. Al principio, ella no tenía demasiada elasticidad, pero madame sabía trabajarte muy bien. Luego llegó el momento en que mi hermana quiso dedicarse profesionalmente a la danza, y madame la ponía en todas sus clases, todavía era muy jovencita pero ya giraba muy bien, era como una peonza. Entonces madame le dijo: -Tienes que ir a Joan Magrinyà* que es el que está en el Liceo. madame hacía sus finales de curso pero nada más, y ella sabía que mi hermana tenía talento para la danza y el maestro también lo captó enseguida. Y claro, entonces, primero ella y luego yo. Ella fue a los catorce años al estudio del maestro Joan Magrinyà, el que todavía está en la calle Petritxol, y yo, aún no tenía los nueve cuando empecé a tomar clases con él .
Recuerdo que cuando empecé con Magrinyà me cambiaba en el taxi! Mi madre iba conmigo a todos los sitios, yo todavía era demasiado pequeña para ir sola. Siempre cogíamos un taxi, me ponía las
-mallas-, el –maïllot-, y el uniforme del colegio encima, y también me hacia el moño, para llegar y entrar a la clase porque tenía el tiempo justo y no quería llegar tarde. Me acuerdo que la Guillermina Coll y yo llevábamos el mismo maïllot. Con aquella ilusión de niña, escogía mis zapatillas [es refereix a les sabatilles de ballet]. La mayoría de mis compañeras de clase las llevaban negras y yo en Casimiro*, cada vez las escogía de un color distinto ¡Aquello era![ obre els ulls, puja les celles i inspira profundament] Para mí una zapatilla era el mejor regalo que me podías hacer. ¿entiendes? Mis amigas eran “las amigas del ballet”, no eran las amigas del colegio. Mi mundo era aquél. Con diez años, empecé a bailar en el Liceo haciendo cosas de niñas. Lo primero que hice fueron los “Negritos” de la ópera Aida…
Éramos tremendas, nos poníamos en los pasillos i en los vestuarios a explicar chistes y nos reíamos mucho todas juntas… nos hacían callar y recibíamos muchas broncas. A través de nuestras risas, y nuestras vivencias de pequeñas, fíjate! aún ahora nos tratamos como una familia.
Otra cosa que también he tenido a mi favor es que yo siempre he sido muy resistente al dolor. Me acuerdo que en los ensayos, había llegado a tener una llaga en cada dedo, por el trabajo en –puntas-, jamás me quejé. No me pongo como la gran heroína, pero es que yo ya era así , desde pequeña. En el estudio del maestro me daba clases él, pero le ayudaba a veces Cristina Guinjoan y Romana Uttini, ellas eran solistas del Liceo. Claro, el maestro necesitaba ayuda , porque entonces llevaba su academia, el Instituto del Teatro de Barcelona y el ballet del Liceo, con lo cual yo creo que …Creo que aquí no ha habido otro igual: un gran maestro, coreógrafo de los Ballets de Barcelona, coreógrafo del Ballet del Liceo y catedrático del Instituto del Teatro. Que me digan a mí quién ha sido capaz de tantas cosas, aquí. Y además se quedó en su país, esta es otra cosa que me gustaría remarcar de él.
*>*: Creus que el mestre es va plantejar marxar a l’estranger?
Sí. Bueno, él quiso quedarse aquí, y con Els Ballets de Barcelona* enseñó la cultura de su tierra al extranjero. Él conoció al Marqués de Cuevas* incluso trabajó con su compañía siempre que venían al Teatro del Liceo, así que tuvo la oportunidad de irse al extranjero, y decidió quedarse.
*>*: tornant a la teva trajectòria, quan és que entra a ballar al Cos del ballet del Liceu?
Yo entré en el Cuerpo de baile del Liceo a los 14 años, en el 1965. Entré como meritoria.
*>*: meritoria… què significa?
Hacías las clases igual y todos los ensayos, pero salias a bailar en según que ópera, como eras tan jovencita, te preparaban para después entrar de cuerpo de baile. por ejemplo: en la bacanal de “Tannhäuser”, con Rosalina Ripoll y Miguel Navarro ( con los que sigo manteniéndo una gran amistat), salíamos encima de una tarima que simulaba un cisne, y cuando empezaba la escena de la bacanal saltábamos, fingiendo que nos caíamos y marchábamos. Porque claro es que éramos niñas ¿me entiendes?…
*>*: creus que començar com vosaltres ho féiau és una aventatge per aprendre a ballar i fer-se una professional?
Así es como coges tablas, hay que pisar escenario. Lo que pasa es que hay que hacerlo respetando cada nivel. Es mejor que haya un ballet juvenil y uno de mayores… en el Liceo teníamos que estar mezcladas porque no había otra opción. Bailar en aquellas épocas era como un lujo. Eso no daba para vivir, no. …Papá pudo hacerlo, y nosotras tuvimos esa suerte. Además tengo que decir que, dentro de los maestros que he tenido, mi madre ha sido otra profesora más. Eso lo llevaré en mi alma toda mi vida. En casa teníamos una entrada muy grande , yo era la encargada de desmontarla toda, sacaba todas las sillas de Luís XV y nos quedaba mucho espacio. Y ella, como había visto todas las clases, nos ponía a repasar.
*>*: ¿Ah sí?
A nosotras no nos dejaban ir solas por ahí, hasta la edad pertinente, así que mamá llegó a entender tanto! se veía todas mis clases. Yo hacía además media hora o más de clase particular con madame Elsa y gracias a ella teníamos una técnica de piernas muy fuerte , mucho más que si hubiéramos hecho solo clases con Magrinyà. Sus clases eran muy rápidas, muy bailadas, y mucho más divertidas que las de madame Elsa !! pero con ella conseguí tener una elevación de saltos como la de los chicos, mis -tour en l’air- eran muy bonitos . Una vez, Cristina Guinjoan me dijo: -No hagas el –rond de jambe- tan alto! Y es que las piernas me subían solas, porque hacíamos unos –adagios- con Madame que no se acababan nunca. Ahora, con el tiempo, si de algo me arrepiento, es haber dejado de ir a las clases de madame. El maestro no quería que fuéramos con otras personas, Magrinyà se sentía un poco dueño de la situación de la persona que estaba ayudando. Aún así, mucha gente iba con madame a escondidas. Madame Elsa era luchadora. Gracias a sus enseñanzas mi hermana subió directamente a primera bailarina de Liceo, o sea, aquello fue un revuelo, pero es que se lo merecía. Elisabet no te levantaría la pierna muy alta, pero tenía un ángel!… Éramos muy distintas las dos. Ella bailó y con mucho éxito, pero sin embargo se casó y lo dejó, des de entonces se ha dedicado a su familia. Yo también he tenido familia, pero siempre he seguido vinculada a la danza.
Estuve bailando hasta la temporada 1972-73. Yo no servía para salir a bailar al extranjero. Me daba miedo. Una vez cuando fui a un curso en Cannes, entonces yo ya había dejado el Liceo, fui con Guillermina Coll. Ir con mis compañeras me daba una seguridad, ¿sabes? Y si alguna vez pensé en marxar, me hubiese ido cuando se fue Guillermina. Por otra parte, mi madre se puso gravemente enferma y… murió. Tuve que dejar el Liceo por un tiempo .Me aparté. Una madre que la tienes siempre pegada…. Para mi fue un trauma que me costó… no lo superé ni en diez años. Cogí una depresión, pero a pesar de todo, volví al Liceo. Recuerdo que se estaba haciendo El sombrero de tres picos, de Falla. Me guardaron mi sitio [ ho diu amb una gran tendresa]. Estaba Antonio Español*, que ya no está entre nosotros.. Él Maestro hizo una coreografía muy bonita.
Pero volviendo a los 15 años….los bailarines de aquella época, tuvimos el privilegio de hacer una –tourneé-. Fue una odisea, la verdad es que trabajábamos a destajo. Y lo puedo demostrar con recortes de periódicos, no paramos, había dias que hacíamos dos funciones, tarde y noche, y eso curte mucho. Nos llevaba un profesor ruso, el sr. Govilov*. En aquella temporada fue cuando el ballet hizo más cosas. A veces nos encontrábamos con situaciones muy difíciles. Viajando por España llegábamos a escenarios con agujeros y sin condiciones y , ponte las puntas!. El maestro nos hacia adaptaciones para poder bailar en cualquier situación. Nos infundia seguridad delante de las dificultades , i eso es muy importante. Ni miedos ni nada El era muy meticuloso y muy exigente, a la vez nos cuidaba mucho. A mí, una vez, en medio de una actuación me dijo: –Vine, se’t veuen els ulls petits, te’ls has de pintar d’una altra menera. Todas nos maquillábamos de la misma manera, la ceja tapada, las mismas sombras. Todas nos poníamos las mallas del mismo color, era obligado maquillarnos las zapatillas después de la función de tarde para llevarlas limpias por la noche. Pobre de ti que tuvieses una cinta descosida o que te saliese un rabito de la zapatilla, porque él estaba mirandolo todo.
Yo empecé la tournée con un esguince recién hecho pero como ya te he dicho, el dolor a mi no me para. Llegué a bailar con una zapatilla dos números más grande, porque entre la venda y el esguince! Cuando yo aún era de cuerpo de baile, el maestro me llamaba de vez en cuando y me decía: això ho faràs tu?” refiriéndose a un papel de solista y, aunque habían suplentes que sabían bailar mejor que yo, el me insistía – és igual, però això ho faràs tu?” y es que el maestro era así.
Creo que todas recordamos esa tourneé con mucho amor y también porque, a ver, fue un poco mal llevada.
*>*: Mal portada ? a que et refereixes?
Por ejemplo, a veces te habías de maquillar en el autocar porque llegabas tarde, otras veces llegabas a un sitio y aún tenían la pantalla del cine montada y tenias que esperar horas para que desmontaran…. ¡Unas odiseas! Aún tuve suerte porque nos acompanó la madre de Rosalina Ripoll y nos buscó los hoteles (1). Mi hermana para pagar el hotel de las dos tenía que añadir de su sueldo, porque si no no llegaba.
Imagínate lo que tenías que hacer para poder bailar. Suerte que normalmente venían algunas mamas con nosotros, y quizás por eso también había ese vínculo entre nosotras
*>*: Fes-nos un petit apunt sobre la sra. Cochita, siusplau.
Sí, sabía manejar muy bien a Joan Magrinyà.
El maestro tenía un carácter muy fuerte en algunos momentos. Se enfadaba mucho cuando alguien llegaba tarde, y cosas así, en cambio tenía mucha paciencia cuando se ponía a enseñar o a coreografiar. Como persona era más bien débil. Entonces, la que daba la cara según las situaciones, era ella. Al maestro le faltaba decisión. Por ejemplo: cuando bailamos en el Teatre Grec de Barcelon , al aire libre. El escenario estaba muy húmedo y daba miedo, porque el riesgo de resbalar y hacerse daño era muy grande. Antes de salir al escenario yo pensaba: -mejor seria que lloviera y se suspendiera la función! Entonces el maestro venia a los camerinos y nos decía: -No us preocupeu que no ho fareu, no es pot, no es pot. Pero al final acabábamos haciendo la función. No sabía imponerse.
*>*: Què ha significat per a tu ser ballarina del Liceo?
Es un orgullo para mi, ha sido muy importante haberlo vivido como experiencia y como la formación de una profesión que ha sido mi vida.
*>*: Com has viscut la dansa, després de deixar l’escena?
Es mi vida y yo aún la llevo dentro. Es una cosa espiritual para mí. Me ha hecho superar momentos muy difíciles de mi vida, miedos. El tiempo y ciertas dificultades de salud te lleva a reconocer que lo que has vivido es un privilegio en tu vida. Lo recuerdas con amor y además con satisfacción.
*>*: Una llàstima que tot aquell treball anés desapareixen, per quedar-se en un no res.
Me parece muy mal. Y ¿por qué esta diferencia entre lo que hay en Madrid y lo que hay en Barcelona? De acuerdo con la ayuda que se da a la danza contemporánea, pero porque no se da esta ayuda al ballet clásico y porqué no a la danza española? Hay muchas bailarinas que no quieren hacer sólo contemporáneo. El clásico no ha de morir nunca. Salen chicas muy bién formadas i preparadas y las pobrecitas se tiene que ir al extranjero. Eso, hoy en día, para mí, es vergonzoso. Se ayudan a muchas otras cosas, a veces a unas artes que nadie las entiende, y al ballet no. El otro día oí por televisión que se estaba dando una ayuda al mundo del circo y dije: -muy bien! el circo puede ser maravilloso si le dan un empujón.
En nuestro caso, ¿por qué en una ciudad que ha sido puntera en el ballet clásico en España, en la que habíamos sido visitados asiduamente por las mejores compañías del mundo, incluyendo Béjart, que hizo de nuestro Liceo su casa durante muchas temporadas, de golpe y porrazo todo se vino abajo? Admito que hubo el crecimiento de la danza contemporánea, como tenía que ser, hay que evolucionar, sí. Pero con el tiempo se han ido quedando realmente los coreógrafos de verdad, los que han ido haciendo su carrera con fundamento y que se han dado cuenta de que si cuentan con gente que tiene una base sólida de ballet clásico, sus coreografías lucen el triple!
Otra cosa seria hablar de una compañía estable, no de un coreógrafo con su proyecto propio y su subvención, a la manera de los grupos de danza contemporánea, sino con una formación estable. Tenemos varios teatros en este momento donde se podría tener una compañía nacional nuestra que trabajara con todas las posibilidades y a pleno rendimiento.
Es que parece que no quieren. [ ho diu amb vehemencia i convenciment]
Al Teatro del Liceo le interesa hacer dinero porque si no ¿ como se entiende que venga a cantar la Pantoja? yo no lo encuentro… Hay otros teatros para esa clase de espectáculos. Es que el Liceo para mí era otra historia. Ahora Lo alquilan hasta para hacer un final de curso de una escuela de danza, no me parece bien. Y yo les diría: ¿Pero no ganáis dinero con todo esto? ¿Y no sois capaces de montar una compañía de ballet, con la que también habría público suficiente para llenar el Teatro? Hay gente preparada para llevarlo a cabo, para dirigirla y también bailarines de nivel. Se podría hacer de todo, clásico y español, ¿por qué no? Lo que no puede ser es dejarlo morir…. En el mundo contemporáneo se fusionan muchas cosas. Hay que evolucionar y mezclar, ya lo he visto, si yo misma lo he hecho ¿entiendes? Ahora sí, salvaguardando la pureza de la raíz de cada especialidad, porque si no se puede mal entender. ¡Es que a veces se ven unas cosas! ¿Cómo sabe la juventud lo que quiere? Es que no estamos formando bien a la juventud, nos estamos equivocando.
*>*: Per què creus que ens estem equivocant?
Porque ¿Como hablaba antes un locutor de televisión? Tenía que hablar bien, sin decir palabrotas, tener buena voz, buena dicción, i además solían ser periodistas. Ahora no, ahora hay cuatro que mantienen el buén hacer y los demás cuantos más tacos digan mejor. Entonces, en la danza pasa lo mismo, da igual si se baila desnuda o haciendo el mono. Lo último que he visto fue a la Silvie Guillen, en el Teatro Griego, aquí en Barcelona. Lo que yo sentí ese día…Emoción. Arte. La madurez. Ojalá muchas bailarinas llegasen por lo menos hasta los cuarenta. Porque es la propia vida la que te hace sonreír o llorar. Transmitir. Ahora, no todo el mundo sabe transmitir. Yo veo ahora mucha técnica pero frialdad en los cuerpos. A veces es mejor una mirada. Les estamos creando un mundo que esta basado justamente, solo, en lo fácil. Sí que se ve algo de calidad, por ejemplo en la Compañía Nacional de danza, con Nacho Duato*, y los pocos que quedan del contemporáneo, claro. Pero hay mucha gente a la que le gusta el ballet clásico y está enfadada, porque sólo tenemos un Ballet Nacional subvencionado, que lo hace muy bien, pero se limita solo al contemporáneo, aunque haga sus mezclas.
*>*: La seva vida ha estat marcada pel Liceu?
Ha influido mucho en mi vida, sí, y sigue influyendo. Yo he dejado de bailar y la danza sigue marcando mi vida. Durante muchos años he seguido formando bailarines en la escuela que abrimos mi hermana y yo. El hecho de que hubiera compañía, Ballet del Teatro del Liceo, proporcionaba ilusión a la gente joven. Podías bailar estando en tu ciudad. ¿Por qué tienes que marcharte de tu casa, de tu tierra, habiendo sitio y calidad? .
*>*: Com a ballarina, exballarina del Liceu, que li diries a la societat política del nostre país?
Pues que es una pena que personas tan preparadas, en una cosa tan difícil, y con tantas horas de dedicación, tengan que marcharse de su tierra. Que va bien, a veces, pero todos los que se han ido han vuelto porque la tierra llama.
Denles una oportunidad, y no en cualquier sitio, si no en el Liceo. A esta gente que se deja la vida en las aulas desde pequeñitos, llenos de ilusión i esperanza, muchas veces en contra de la voluntad de la familia, ¿no les vas a dar esa oportunidad? Me parece demencial. Les diría eso y también le hablaría sobre el maestro. Hay que reconocer del maestro, su respeto por las coreografías originales.
*>*: Admiraves al mestre perquè conservava les obras originals?
Si, y no tan solo con los clásicos sino también con los bailes regionales. Cada –muñeira- con los pasos correspondientes según de donde eran. El baile del El bolero de Caspe, tal cual, la Lagarterana…
Últimamente he visto la ópera Aida y en un intento por modernizarla , pero yo creo que si lo que quieren es modernizar, que escriban óperas nuevas. Entiendo la originalidad… pero que se espabilen. Cuando nosotros hacíamos Aida, íbamos de egipcios, porque tiene que ser así, yo creo. Habrá quien no piense igual. Estoy a favor de los cambios, muy bien, pero… que se espabilen!
I volviendo al maestro. Hace poco entré a la tienda del Liceo [ lloc situat a la planta baixa, on hi ha venda de merchandising, llibreria i bar] y no había ni un solo libro de los que se han editado sobre Joan Magrinyà, el tendría que tener una placa honorífica en su memoria, le guste o no a según quien.
Hay mucho que contar sobre Joan Magrinyà. Consiguió durante cuatro años seguidos, que el Gran Teatre del Liceu concediera unos premios para los bailarines. Esto es importante. Se dio premio a la actuación más destacada en una ópera o en un ballet, y a la vocación e interés por la danza. Yo me siento orgullosa, fui una de ellas, me dieron el premio a la vocación e interés por la danza. Un socio del Liceo me hizo un cuadro y me dieron algo de dinero. Pero una de las satisfacciones, más grandes es que me lo entregó Alicia Alonso*, en persona. Ella que ha sido un ídolo para mi. Dio la casualidad que la Compañía del Ballet de Cuba estaba actuando en el Liceo ….. ella aplaudiéndome a mí ¡Esto es! ¡Madre mía! [ s’emociona i es pren el seu temps per continuar] Fueron cuatro años, durante los cuales se consideró el trabajo de los bailarines que estábamos allí. Eso fue idea del maestro y del Sr. Pàmies. Luego se acabó. Fue una gran pena. De todas maneras nadie podrá quitar que la historia está ahí. Los mismos protagonistas podemos dar fe de ello. Aún seguimos celebrando las comidas anuales que aún hacemos los bailarines del Liceo, Aunque a veces pudieran haber rencillas, en el fondo nos sentíamos una familia. Compartimos muchas horas juntos.
*>*: fen història.
Es que no puede haber un futuro si no se conoce el pasado. El pasado es el que marca la trayectoria. ¿quién fue Anna Pavlova? ¿Quién fue Nureyev? En nuestro caso ¿quién fue Joan Magrinyà? Y es que yo lo considero para España como estos reconocidos personalidades par el mundo, igual.
*>*: S’ han arrancat pàginas , oi?
Se ha olvidado lo que hubo, y como consecuencia nosotros parece que no existimos nunca. En aquella época sólo estaba el Ballet del Gran Teatro del Liceo, no había nada más en España, a parte de bailarines de -danza española- reconocidos que hacían sus giras y sus montajes. Al maestro le hicieron un programa especial en televisión Española que se llamaba : Esta es su vida. El Ballet del Liceo era el alimento de toda la parte operística de España , nos llamaban de todas partes, de Bilbao, de Oviedo, de Madrid… es que no había otro.
Yo me sentí muy triste cuando vi por televisión al señor Pujol poner la primera piedra del nuevo Liceo, y sólo se habló de ópera. En cambio yo tengo grandes recuerdos, ya no de nosotros , de nuestro trabajo, sino también de las temporadas de primavera, nos visitabann todos los mejores ballets: Marqués de Cuevas, London Festival, Bejart… y no dijo ni media palabra de la danza. Entonces me sentí dolida, no por mí, sino porque había danza. Seguramente mucha gente de CIU tenían sus palcos, o sea que lo saben igual que yo; pero no, parece ser que no.
*>*: Seria marevellós si aconseguíssim el reconeixement a totes les generacions que van ballar sota la direcció de Joan Magrinyà. Reconociendo al trabajo de estas personas, anteriores y posteriores a mí. Nos quejábamos mucho, yo decía: qué suerte tendrán las que vengan después! A nosotros nos prometían que harían esto, lo otro y lo de más allá… Y yo ahora sé que fuimos unos privilegiados, porque no ha habido más, se acabó. Y ahora resulta, que mirando atrás Pàmies* fue el que nos hizo bailar más . Cada año se estrenaba un ballet escrito para nosotras. Se arriesgó en apostar por la danza.
Este vacio que ha quedado…
*>*: Seguin el seu anàlisi, podríem parlar de un Ballet del Gran Teatre del Liceu, amb una identitat pròpia, heredada d’una tradició?
Por supuesto, porque creo que esto no se ha hecho en ningún sitio más. Es una lástima que no haya algún documento visual de toda aquella época. Nosotros éramos capaces de bailar coreografías de ballet clásico , de danza española, de -escuela bolera, tocando las castañuelas y de folclore regional… de todo. ¿Dime a mi qué ballet hace esto?
*>* Gracias por tus palabras Elena. Un abrazo muy fuerte.
Un abrazo. ¡Y adelante!
***Entrevista realitzada el 27 de març de 2008
… Como guardo vestidos, hay quién los vende. No, no. “Yo cuando me muera, mis hijos que hagan lo que quieran mientras tanto allí enchovados los tengo”. Y sobretodo los últimos. Yo lo que bailé más a gusto en mi vida ha sido uno de los últimos, la Danza Oriental de Enrique Granados y además nos vio bailarla el nieto de Granados!!
¡Ese vestido lo tengo como…! Me lo hizo la madre de Guillermina. Era muy buena modista la madre de Guillermina…
El Maestro era nuestro segundo papá y fue una época muy intensa.
- Era costum que les mares de les ballarines acompanyessin al ballet quan es movia fora de Barcelona. moltes eren menors d’edat i es donava per suposat que les mares tindrien cura d’elles. Una de les coses que no va funcionar durant la tournée era la previsió d’allotjament. L’organització no se’n va fer càrrec i cada component del ballet s’havia de buscar ell mateix la pernocta, en arribar al destí. Això propiciava que el ballet quedes escampat per grupets per diversos hotels/hostals, liderats per alguna de les mares.
Entrevista realitzada a l’Institut del Teatre de Barcelona, 27 de març de 2008